Evaluar si el tratamiento médico o la terapia intervencionista reducen el riesgo de muerte o accidente cerebrovascular debilitante en una magnitud absoluta de alrededor del 15% para MAV rotas (desde 30% a 15%). Además probar si el tratamiento endovascular puede mejorar la seguridad y eficacia de la cirugía o la radioterapia en al menos un 10% (80% a 90%).